Tucumán 843 - 1° B
[mapa]
Tel 4328-9790
Mar a Vie de 14 a 19 hs. Sáb de 13 a 16 hs.
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Del 25 de Julio al 31 de Agosto de 2013 - Inaugura: 19hs - Entrada: libre y gratuita
Bienvenidos a Caisamar es como un rompecabezas húmedo: las piezas no encajan del todo.
Pero lejos de añorar el sentido de la totalidad, asistimos con emoción a la celebración del fragmento.
¿Cuáles son los restos fósiles de la propia historia? ¿Dónde hunde sus raíces esto que creemos ser?
Los recuerdos de la infancia asoman como un pasado pre-histórico que se actualiza en el presente de manera deforme.
La obra de David Pitucardi indaga en un universo íntimo y privado. En un intento por congelar el fluir del pensamiento, recuerdos y emociones aparecen bajo la forma del fragmento.
Son imágenes atomizadas de una narración en suspenso, que emergen de la oscuridad para detenerse en un tiempo inmóvil.
Sobre un fondo negro homogéneo, la economía de la línea simula una aparente simpleza. La palabra se divide, juega con su forma, se vuelve extraña, ajena.
Las más diversas impresiones, se ocultan, se fragmentan, se depuran en la repetición. Devienen estereotipos, imágenes icónicas, comportamientos estandarizados. Adquieren el status de entidades autónomas, o establecen redes, mapas mentales trazando relaciones posibles.
Todo muta, se intercambia, se resignifica en múltiples asociaciones.
Diversas pistas se dispersan en la búsqueda de una totalidad imposible de restituir. Fórmulas, equivalencias, citas, signos reclaman ser decodificados.
Es la huella, la marca de un presente habitado por el pasado.
La nostalgia que se resiste a desaparecer.
Habitando la tensión entre lo que se muestra y se oculta, la memoria emerge continuamente recreada. Arbitraria, ficcional, nunca completamente real, siempre verdadera.
Magdalena Mastromarino