En su nuevo trabajo, Ana Lia Werthein explora las imágenes de una vida literalmente suspendida en el tiempo y el espacio. Con trazos sintéticos, extensiones planas y un uso medido del color, sus pinturas nos sumergen en una topología enigmática, en un campo que, más que un paisaje, es un terreno simbólico y emocional.
Cuerpos anónimos marcan con su presencia inexplicable este territorio incierto, en el que resuenan los ecos y las tensiones de nuestro pasado reciente.
Rodrigo Alonso