Desde las entrañas
Querida Ana Lucía
Siento que has creado estas obras desde lo más profundo de tu ser. Observo una continuación estética de las imágenes que conforma- ron tu muestra anterior: “Mujer de la Tierra Preamericana”; en la cual la mujer ocupaba un lugar preponderante en las comunidades originarias, como patrona de la vida, la continuación de la etnia y símbolo para las buenas cosechas.
Ahora decidiste traerla a este contexto histórico en el cual debe transitar otros caminos. Donde la violencia se hace presente todos los días; el maltrato, el abuso (muchas veces dentro del mismo núcleo familiar), los femicidios, las injusticias.
Donde comúnmente escuchábamos: “de eso no se habla”, “acá no pasó nada?!”, pero que ahora ha decidido decir BASTA!!
Paralelamente a esta visión, se puede apreciar en ellas un importante elemento de entendimiento en el camino experimental del ideal de belleza: la apreciación de lo feo. Cuyas estructuras formales transitan
simbólicamente la idea de lo sublime, permitiendo nuevos juicios de valor.
Mucho podría decir de estas obras; pero hablando de vos y conociendo tu infancia, distingo que en esta serie “Desde las entrañas” has rememorado aquel pasado en tu pueblo natal, cuando jugabas a hacer esculturitas
en el patio de tu casa con el barro que dejaba la lluvia al marcharse, con esa tierra húmeda que se aventuraba a ser cerámica.
…Por eso querida Ana, una vez más, con lo expresado en tus obras, en tu continuo accionar y en tu lucha, nos gritas: PRESENTE!!
Ana Lucía Maldonado
Septiembre 2018