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Lun a Vie de 9 a 18 hs.

El Origen de los Pueblos

Leonel Luna

Del 12 de Octubre al 30 de Noviembre de 2011 - Inaugura: 11.30hs  - Entrada: libre y gratuita

 
 

TEXTO CURATORIAL

 

Murales por la Memoria es un proyecto que nació en el 2007 con el objetivo de contribuir, desde el arte, a detener el trabajo cotidiano y corrosivo del olvido. Es la posibilidad de reflexionar sobre qué deberíamos recordar los argentinos como parte constitutiva de nuestra identidad.

 

Más allá de lo remanidas de ciertas frases, ellas poseen un saber que no deberíamos soslayar: somos lo que recordamos; para saber a donde vamos, hay que saber de donde venimos; los pueblos que pierden la memoria, están perdidos; los pueblos que no recuerdan sus tragedias están condenados a repetirlas. Todas ellas hacen eje en el valor de la memoria. A veces, las frases populares nos traen sabiduría, pero en ocasiones, una visión sesgada. En uno y otro caso, siempre son reflejo de lo que pensamos y del imaginario que queremos construir o construimos. Cómo cuando se piensa en los orígenes de los distintos países de América, nosotros decimos: “los argentinos descendemos de los barcos”.

 

Los murales de este programa son obras realizadas por distintos artistas visuales que traen al presente aquello que consideramos que no deberíamos olvidar. En este sentido, aspiramos que esta idea sea continuadora de la tradición muralística latinoamericana, y sobre todo a las enseñanzas que dejó el muralismo mexicano, como un movimiento artístico con fines educativos y pedagógicos.

 

El primero, fue realizado por Mariano Sapia sobre la temática del holocausto. Omar Panosetti, trabajó con la recordación y el reclamo de justicia del atentado a la AMIA. Diego Perrotta, efectuó un homenaje a los desaparecidos de la última dictadura militar y Claudio Gallina, abordó el genocidio armenio.
Para este quinto capítulo, convocamos a Leonel Luna para que realice una obra que tenga como centro los pueblos originarios de nuestro territorio. Solemos reconocernos como un país de inmigrantes y con el tiempo estamos pudiendo modificar o reemplazar el concepto de “crisol de razas” por el de “mosaico de identidades”, donde justamente la identidad se construye a partir de la diversidad. En este arduo camino de reconstruir la memoria, que se viene realizando en las últimas décadas, hay temas que son más difíciles de incorporar como parte indisoluble de lo que también somos. Su abordaje en primera instancia genera dificultades y tensiones.

 

Si bien pueden haber muchos otros, dos ejemplos claros de esto, es la memoria de aquellos que murieron en la Guerra de las Malvinas, y por otro lado, los pueblos originarios que se desarrollaron a lo largo de nuestro territorio. En el primer caso, quizás, la dificultad se presenta en la necesidad de separar los que perdieron la vida, de la reivindicación de una guerra. En el segundo, la construcción de nuestro país, sobre un territorio que no estaba desierto, y que fue ocupado dejando fuera de la memoria histórica a sus originales habitantes bajo la consigna de civilización vs. Barbarie. Hoy estos pueblos que nunca desaparecieron reclaman su lugar en la memoria de la nación y la historia. En estos dos casos la memoria aparece como una deuda. Es la memoria que nos debemos.

 

La decisión de convocar a Leonel Luna está relacionada con las características del trabajo que el artista viene desarrollando. Como él mismo dice, sus relatos surgen de una zona borrosa entre la memoria y la historia, entre la pintura y la fotografía. Entre 1987 y hasta 1992 realiza un viaje por Latinoamérica para trabajar e investigar sobre diversos arquetipos de arte precolombino, en busca de los orígenes comunes entre las culturas. Ahora su recorrido es sobre otros territorios, el de la memoria social y la historia, para generar nuevas crónicas ficcionales y hacerlas verosímiles. La fotografía como lenguaje es usada como registro y como recurso plástico para mostrarnos otra “verdad”, que nos permite reflexionar acerca de la inconsistencia de las verdades absolutas. Para hacerlo se vale del recurso pictórico de caracter épico. Imágenes de hitos de nuestra historia que formaron nuestro imaginario con el cual fuimos educados. Lo épico como grandioso, como género que narra en forma grandilocuente acciones extraordinarias y heroicas.

 

En este caso, el desafío de quienes luchan contra la pérdida de su identidad, reescribiendo su propia historia, como herederos originarios de la tierra y como argentinos.

 

 

Elio Kapszuk

 

ARTISTAS PARTICIPANTES

 
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