La muestra se despliega en las salas 29 y 30, ubicadas en el primer piso del Museo. En la primera, se recrea la exposición “Ernesto de la Cárcova”, organizada por la viuda del artista en Amigos del Arte en 1928 –a un año de la muerte del pintor–, que reunió gran parte de sus trabajos: retratos, paisajes, naturalezas muertas, medallas, dibujos.
En la sala contigua se exhibe la célebre obra Sin pan y sin trabajo (1894) y se relata la trascendencia que alcanzó la obra, a partir de producciones de artistas como Tomás Espina, Antonio Pujia, Carlos Alonso, Gustavo López Armentía y el Grupo de Arte Callejero (GAC), quienes citaron la pintura de De la Cárcova en sus propias obras, y de las múltiples reapropiaciones que atravesó, en diversos contextos, desde su creación.
“Sin pan y sin trabajo es una de las obras más importantes y reconocibles del patrimonio del Bellas Artes. Laura Malosetti Costa colocó la obra en una nueva sala para presentar junto a ella derivas poéticas y políticas de esta pintura tan significativa. Como director del Museo, me interesó montar esta sala donde hay grandes autores contemporáneos, porque trae las problemáticas artísticas a la actualidad y las mantienen vigentes: no vemos aquí las piezas de Museo como algo perimido, sino que hay ciertos tópicos que atraviesan las épocas”, destacó Duprat.