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Del 25 de Noviembre de 2017 al 02 de Abril de 2018 - Inaugura: 12.30hs - Entrada: libre y gratuita
Una vida consagrada al arte al que se dedicó con profunda vocación y entrega, signó la vida del escultor argentino Mariano Pagés, fallecido el 19 de diciembre de 2009 a los 87 años en la ciudad de Buenos Aires. Sus obras recorrieron el mundo y han sido expuestas en Italia, Inglaterra, Alemania, España, Suecia, Brasil y Estados Unidos, entre otros países.
Mariano Pages (San Juan 1922 - Buenos Aires 2009)
Pagés había nacido el 6 de enero de 1922 en San Juan se recibió de Profesor de escultura en la Academia Provincial de Bellas Artes de Mendoza y se formó paralelamente junto al escultor chileno Lorenzo Domínguez en Mendoza. Supo desde joven que había nacido para ser artista: "Mi inclinación por la escultura fue siempre neta. Sin duda, me parece que nací solamente para eso", confesó una vez.
En su obra, la figura humana fue una constante a través de una amplia gama de materiales, como la piedra, la madera, la cerámica y el bronce que manejó con solvencia distintas escalas desde una pequeña escultura hasta un monumento.
En 1960, obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes, que le permitió ampliar sus conocimientos y perfeccionarse en Europa. El mismo organismo publicó en 1987 una edición crítica de sus trabajos, con el análisis de Rafael Squirru. Reside en Milán, Italia en 1974-1976 expone en repetidamente en Varesse, 1998 en Colonia Alemania y Caracas, Venezuela.
A su pasión por el arte unía una sentida vocación por enseñar. Fue profesor de escultura en la Escuela Manuel Belgrano y en la Universidad de Cuyo, y dirigió la Escuela de Artes en San Juan.
Profesor de Escultura en la Escuela Manuel Belgrano en Capital Federal (1958), Profesor Dibujo en la Escuela Técnica Maipú, Mendoza, Profesor de Escultura en la Universidad de Cuyo (1965) Profesor de Escultura en la Universidad Domingo F. Sarmiento de San Juan y Director Escuela de Artes en San Juan (1966).
Obra y Premios
En 1949 en Mendoza realizó el monumento al Cacique Guaymallén (compuesto por tres figuras de piedra natural de 3,20 metros cada una de altura alrededor de una columna)
En 1952 realizó para la Bodega Cremaschi en General Alvear un muro de carácter egipcio, con bajorrelieves que relatan la historia de la vitivinicultura y frente al cual se alza una gran figura sedente en piedra arenisca, de tres metros de altura tallada en piedra.
En tercer monumento (hoy desaparecido) en 1954 “Figura alada” fibrocemento de 4 mts de altura en Mendoza, encargado por la Dirección de la Escuela de Bellas Artes en el barrio Cívico de la ciudad con motivo de la inauguración en 1954 del moderno edificio. La figura que representaba el espíritu del creador en forma de ángel, el que escucha y dice en libertad, fue destrozada por el gobierno en 1955.
El tercer monumento en 1957 en el Cementerio de Flores de Buenos Aires se encuentra su escultura “Paloma” de mármol. En 1966 realiza en la Provincia de San Juan el “Mural de Pino Oregón” de 8mts x 4 mts con motivos de la vida y progreso de la ciudad bajo una antigua técnica japonesa de sopleteado.
En el año 2000 realiza el Monumento a Carlos Gardel (escultura en bronce de 2,40 mts. de altura sobre base de granito) emplazada en el Abasto de Buenos Aires.
A lo largo de su trayectoria obtuvo entre otros lo premios:
MENDOZA 1º Premio Salón Municipal de Mendoza de 1947; el ‘Adolfo Calle’ en 1948, el primer premio del Salón de San Rafael en 1949.
BUENOS AIRES Gran Premio de Honor Presidencia de la Nación (1962); 3º Premio Salón Manuel Belgrano (1955); Premio Ministerio de Educación (1960); Premio Salón Municipal de Bs. As. (1961) Premio Estímulo 40º Salón Nacional; Primer Premio 47º Salón Nacional de Bellas Artes; Premio Salón Municipal de Bs. As. (1961)
SAN JUAN 2º Premio Salón de Otoño, 1946
SANTA FE Premio Rosa Galisteo, 1952
TUCUMAN Primer Premio Salón de 1952
Premio Konex Buenos Aires en 1982 y otros.
Sus obras se encuentran en USA, Italia, Alemania, Venezuela, Brasil, España y Argentina
Durante el año 1974 residió varios meses en Milán, Italia. En 1996 viaja a Alemania donde realiza una exposición de esculturas. En 1997 lleva a cabo una exposición al aire libre en el British Art Centre, Buenos Aires. En 1999 expone su obra retrospectiva en el Museo Eduardo Sívori, Buenos Aires.
En 1996 su obra fue expuesta en Alemania, Colonia. Su última muestra fue en la catedral de La Plata, en 2005 con obras en cerámica y piedra.
Sus estudios artísticos
Desde muy joven se sintió atraído por la escultura y fue así que obtuvo su diploma de profesor de esa materia en la Academia Provincial de Bellas Artes de Mendoza, de donde también egresaron otros artistas de prestigio internacional como los Enrique Sobisch , Carlos Dela Motta y Carlos Alonso. Siguió estudiando en la Universidad Nacional de Cuyo con artistas de la talla de Lorenzo Domínguez. Sobre esa etapa de su vida decía:
”Mi niñez transcurrió entre viñas y ciudades -dijo alguna vez-; soy hijo de argentinos pero de abuelos catalanes, franceses y criollos”. A los catorce años se despertó mi inclinación por la plástica. En Mendoza conocí gente hermosa. Entre otros, al pintor Roberto Azzoni, al arquitecto Cayetano Piccioni y al poeta Jorge Enrique Ramponi, que me iniciaron cuando frecuentaba la vieja Academia Provincial de Bellas Artes”.
Más adelante fue profesor de escultura en la Escuela Manuel Belgrano y en la Universidad Nacional de Cuyo, y dirigió la Escuela de Artes en San Juan. Desde 1954 residió en Buenos Aires donde diez años más tarde inauguró su taller en el barrio de Belgrano, donde trabajaba piezas en granito, piedra arenisca, mármol, madera y bronce. En 1960 el Fondo Nacional de las Artes le otorgó una beca que le posibilitó ampliar sus conocimientos y perfeccionarse en Europa.
En 1987 el Fondo Nacional de las Artes publicó una edición crítica de sus trabajos escrita por Rafael Squirru, quien ese mismo año publicó
“Velar se debe la vida" en Editorial Bacanelli. El escritor italiano Giuliano Mangano destacó el “sentido de serenidad y armonía” de su obra y el “impulso vital que convierte en clásicas sus obras de arte”.
El crítico de arte Osiris Chierico destacó que Pagés le daba importancia fundamental al material de la obra, lo que le lleva a opinar que recurrir casi siempre a la talla directa de la piedra, el mármol o la madera estaba estrechamente condicionada por el carácter esencial de la forma comunicada, por su espíritu.