Inaugura miércoles 9 a las 19 hs.
Texto de Alina Tortosa y Elizabeth Torres / La obra de arte contemporánea no se define necesariamente en disciplinas específicas, ni en un formato acotado. Los artistas adoptan las técnicas y las formas que el hacer mismo les exige, y que puede variar de un trabajo a otro. La obra genuina es el resultado de un proceso creativo que se nutre indistintamente de lo que el artista sabe sin saberlo, de lo que cree que está haciendo, y de sus experiencias, de las que puede ser consciente o no. Y en ese saber y no saber sabiendo entran conocimientos de otras disciplinas que han cambiado la percepción del mundo visible en los últimos dos siglos.
Los artistas que componen esta muestra trabajan en materiales tan diversos como el papel, la pintura industrial, la madera, la cerámica, capas de vinilo y otros, y en técnicas diversas, como pueden ser el dibujo, la pintura, la cerámica, la fotografía y el video, o como el caso de Juan Gugger, en disquisiciones intelectuales basadas en citas eruditas.
Esta diversidad de elementos y formas puede llegar a confundir al espectador, creando una cierta tensión entre él y las obras, a la vez que despiertan su curiosidad. ¿Una figura de cerámica con aire de comic japonés de Ernesto Arellano es una escultura o es un objeto? ¿Y qué tiene que ver con la instalación en papel de Manuel Ameztoy? Son disimiles y tienen que ver.
¿Por qué se relacionan unas con otras? Hay una cierta energía que subyace las formas y los colores y se cuela en nuestra percepción de la obra, sin que lo razonemos conscientemente. El visitante desprevenido puede pasar de la sorpresa al enojo: ¿Esto es arte? O de la intriga al deleite inesperado. Si nuestra atención consciente se obnubila, el cuerpo responde a los estímulos de las texturas, de los colores y los conceptos, por ajenos y bizarros que los juzguemos en primera instancia.
Esta es una situación de sinestesia, cuando las sensaciones físicas captan lo que la mente no reconoce. Hasta que esta se rinde a la evidencia de sus mensajes neurológicos, provocando sensaciones procedentes de diferentes dominios sensoriales.
Esta muestra pensada desde el hacer mismo de jóvenes artistas cuya obra está en pleno proceso, nos seduce planteando enigmas estéticos e intelectuales, y nos exige que sigamos reflexionando.