Ravignani 1442 pb A
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Del 03 de Septiembre al 22 de Septiembre de 2016
Todo ocurre al mismo tiempo (o, la vida y todo lo demás...)
Javier Pelacoff
Sea porque cierta sensación de desborde se apodera de quien tiene que hacer frente a los requerimientos de una vida multitasking, sea porque el tiempo se nos presenta hoy como el recurso más escaso, Todo ocurre al mismo tiempo hace referencia tanto a los arreglos que atraviesan nuestra cotidianeidad como al tiempo transcurrido -y la experiencia acumulada- que permite en algún momento afrontar mayores desafíos y complejidades. En este sentido, "lo que ocurre" no es lo que está necesariamente ligado a la actualidad periodística, ni tampoco a los "grandes temas de la época", sino al trajinar detrás del cual corremos todos aquellos que, mal que mal nos las arreglamos para llevar adelante nuestras vidas. No obstante, esta simultaneidad de las cosas que ocurren sólo adquiere su significación a la luz de esa diacronía que ha tomado forma en la trayectoria que ha llevado a cada uno hacia el lugar en el cual se encuentra: Aún cuando "no pasa nada", a cualquiera -a vos, a mí, a Alberto- "le pasa de todo" ...
Estas cuestiones están presentes en las obras de Alberto Sassani que conforman Todo ocurre al mismo tiempo, en virtud de un trabajo simultáneo de “desapego” y “reapropiación” respecto de su producción de años anteriores, y del cual son el resultado. Por este motivo, no sólo constituyen un punto de inflexión en su trabajo, sino que también requieren de cierta participación en una constelación conceptual que, sin embargo, guarda distancia de cualquier moda neo-conceptualista. Pero además de dar cuenta de estas operaciones en el marco del proceso de producción artística, el título de la exposición alude al modo en que estas cuestiones se asocian con la plasticidad de los entramados autobiográficos, poniendo así de manifiesto la relación entre los distintos aspectos que se imbrican en el trabajo en el campo de las artes y los distintos aspectos de la vida cotidiana. Así es como "trabajar" puede remitir tanto al tiempo autónomo -al tiempo de los proyectos propios, de la autorrealización personal- como también al trabajo heterónomo (la procuración de ingresos destinados a la auto-reproducción, el mantenimiento de un orden de cosas relativamente estable, etc.). O incluso que cuestiones tales como el cuidado de los otros significativos y las dinámicas familiares o afectivas puedan quedar trastocadas bajo la denominación del "cumplir con las obligaciones".
En este marco ¿Deberíamos prestarle atención a esa literatura de divulgación que habla de la "crisis de la mitad de la vida" para explicar ciertas elecciones? O deberíamos inscribir el sentido de esta exposición dentro de la serie de procesos -señalados por autores tan dispares como Vattimo, Jameson, Featherstone o Groys- de estetización de la vida cotidiana? Por lo pronto, cabe arriesgar dos hipótesis respecto deTodo Ocurre al Mismo Tiempo: La primera es que, si encontramos allí el testimonio de algún malestar, también deberíamos ser lo suficientemente atentos como encontrar en dicho testimonio la evidencia de su auto-curación. La segunda es que, al poner el foco sobre el proceso, tal vez la única cuestión sobre la cual tengamos que reparar respecto de las obras sea la interrogación acerca de cómo seguir obrando. Y su respuesta requiere tiempo, más tiempo. Un tiempo distinto del tiempo de Todo ocurre al mismo tiempo: el tiempo de la próxima exposición. Esperaremos.
Javier Pelacoff