Basándose en el lenguaje visual de la publicidad, el marketing y la industria del ocio, Puso a prueba los límites entre la cultura popular y la elitista.
Se destaca especialmente por el uso de objetos cotidianos en instalaciones construidas en acero inoxidable pulido espejo.
Su escultura Balloon Dog (Orange), vendida en una subasta por 58,4 millones de dólares, es la obra más cara de un artista vivo. En 2014 el Museo Whitney le dedicó una exposición retrospectiva de su carrera, que continuó
en el Centro Pompidou de París y en el Museo Guggenheim de Bilbao.
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