Construcciones del paisaje
Nuestra mirada está colmada de modelos pictóricos, literarios, cinematográficos, publicitarios, etc. que conforman y median cada instante de la experiencia perceptiva; aquello que vemos se reconstruye a partir de recuerdos, nostalgias e imaginarios propios y ajenos. Un paisaje no es reductible entonces a su mera realidad física, sino que, en tanto construcción cultural, es producto de la mirada y de las convenciones de la estética y del tiempo que nos permiten reconocerlo como tal. Las definiciones de “paisaje” apuntan a la articulación entre un espacio y un espectador, que se traducen en un recorte que es una metáfora de la visión del artista.
Este recorte, horizontal o vertical, alude a los modos en que históricamente el paisaje se constituyó como un género pictórico autónomo: la “veduta” vertical de las ventanas que se abrían detrás de las escenas del arte italiano del Renacimiento y la horizontalidad del paisaje holandés cuya larga tradición se remonta al siglo XV.
Eugenia Cincioni continúa la tradición paisajística pero filtrada por su mirada desde el siglo XXI. Construye sus paisajescon volúmenes netos y cierta celebración de la horizontalidad, donde la vivencia personal y espiritual del espacio es trasmitida a través de una poderosa síntesis. Los bloques verticales de los edificios y una especie de juego abstracto en la superposición de los planos lisos de las fachadas, denota a las multitudes tácitas.
Actualmente, la circulación vertiginosa de imágenes invade nuestras mentes y condiciona nuestros modos de recordar y descubrir el paisaje. Sin embargo, la experiencia paisajística continúa siendo para los artistas, más allá de las divergencias estilísticas, una posibilidad expresiva y de conocimiento que no se agota en el motivo específico.
Catalina V. Fara