En sus pinturas, de máxima claridad formal, en las que óvalos y círculos son las unidades básicas que componen la maraña de las figuras, entramos a la maraña de sus formas vivas; aquietadas cuando están centralizadas en el cuadro, o desplazándose vertiginosamente por el plano, como buscando otros espacios.
Las figuras se recortan contra la superficie, pero no asistimos al tradicional forma y figura, pues la elección de los pigmentos interacciona para que el fondo esté tan vivo como la figura, el entablar una secreta lucha donde el color canta su propia gloria con rimas, cantos y contra cantos en un intenso diálogo sobre la superficie.
Raúl Santana
Fragmento de texto. Mayo de 2015. Muestra Intersecciones, Centro Cultural Borges.