Freire 1101
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Mar a Vie de 15 a 19.30 hs.
Sáb con cita previ
Del 23 de Marzo al 20 de Abril de 2013 - Inaugura: 19hs - Entrada: libre y gratuita
Esa misma ciudad adquiere resonancias espectrales en la obra de Roberto Rey, como si fuera una reconstrucción memoriosa y obstinada, despojada de toda anécdota pero al mismo tiempo recobrada desde una especie de distanciamiento, de un exilio deliberado. Desvanecida en el aire, como todo lo sólido, la sostienen los recursos del lenguaje y la sustancia indescifrable de la pintura.
Héctor Médici
Roberto Rey esboza una pequeña enciclopedia y la somete a un sin fin de ejercicios plásticos. Parte de fotografías que convierte en no-fotografías al despojarlas de toda referencia y reubicarlas en su lenguaje plástico.
Construye un vademécum magistral de pintura, en el que la multiplicidad de gestos elimina las referencias técnicas puestas al servicio de la imagen.
Una móvil, en transito o boarding pass, tan frágil y precaria como podamos contenerla
Unifica las imágenes en su función pictórica y evocativa, la identidad original carece de importancia. Se conectan por la relación de afectividad del artista y su deseo.
Máximo Jacoby
De características laberínticas, la obra de Roberto Rey trasciende lo coetáneo para sumergirse en una idea de lo contemporáneo, emparentada a la intuida y expresada por el poeta y filósofo Santiago Kovadloff. Tal contemporaneidad, que en última instancia es la vivencia amplia del artista, implica vibrar en sintonía con las problemáticas absolutamente pulsantes del ser; implica traspasar las barreras de lo actual adquiriendo un vuelo poético atemporal, inextinguible en su verbo transitivo.
Esa poética, de intimidad pictórica incuestionable, bordea los múltiples senderos del grabado, el dibujo y el arte conceptual. A través de tales experiencias lo sensible va materializándose en formas pregnantes que amalgaman las inscripciones -más vinculas al ritmo y a lo lírico- con figuras arquitectónicas que, conservando la dureza natural, están ablandadas en su apariencia.
Los tonos blancos y marmóreos se acristalan en negros homogéneos e infinitos caracteres componen frágiles mantos lingüísticos: surgen entonces paisajes absolutamente distantes, donde lo autobiográfico apenas está insinuado. Interesa señalar que las imágenes exhibidas –a las cuales no les son ajenas el replanteo de nociones como la perspectiva- parecen tener una secreta relación con lo bidimensional, con lo que logra efectos de aplanamiento de la imagen y la vuelve intrigante.
Tales cualidades incrementan el magnetismo de multiversos dotados de una gráfica que pondera el suspenso de lo rígido y verbaliza los tránsitos del tiempo.
Miguel Angel Rodriguez